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HALITA LIMPIADOR LINGUAL

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Halita Limpiador Lingual 

Limpiador lingual para eliminar por arrastre la placa bacteriana acumulada en esta parte de la cavidad bucal. 

Elimina la película de bacterias productoras de CVS (principales responsables del mal aliento) que se forma sobre la superficie de la lengua.

Propiedades
Sus dos caras, una de perfil ondulado que se adapta a la depresión central de la lengua, y otra de perfil liso para limpiar los laterales, permiten efectuar fácilmente la limpieza de la lengua, principal reservorio del mal aliento

Modo de Empleo:

1. Limpie primero la parte central de la lengua, utilizando la cara del limpiador que presenta un saliente. Para ello, sujete el limpiador lingual por el mango de modo que el saliente quede en la parte inferior.
2. Saque la lengua e introduza el limpiador lingual en la boca intentando alcanzar la parte más lejana de la lengua.
3. Arrastre el limpiador por el centro de la lengua hacia la parte delantera de la boca.
4. Aclare el limpiador con agua.
5. Limpie los laterales de la lengua utilizando la cara lisa del limpiador. Acalre el limpiadro después de cada pasada.
6. Enjuáguese abundantemente con agua al finalizar.
Los primeros días de uso es posible que el uso del limpiador le provoque una sensación de náusea. Con el tiempo, esta sensación desaparecerá y podrá ir alcanzando zonas más lejanas de la lengua.

Recuerda que...
- Cuida tu higiene bucal, a través de un cepillado dental correcto y una óptima limpieza de los espacios interdentales. La higiene lingual es prioritaria, por lo que aconsejamos el uso diario del limpiador lingual Halita. Limpiezas profesionales regulares también te ayudarán a mantener tu boca limpia y sana.

- Bebe mucha agua, especialmente entre comidas. Algunos factores que pueden secar la boca favoreciendo la aparición de halitosis son: dormir (halitosis matinal), respirar por la boca, roncar, tabaco, ciertos medicamentos (antidepresivos, antihistamínicos, antihipertensivos), estrés, hablar mucho, ejercicio intenso...

- Controla el consumo de tabaco, café y alcohol.

- Reduce el consumo de alimentos como ajo, cebolla, especias...

- Evita largos períodos de ayuno, reduciendo los intervalos entre comidas.